Tres magistrados liberales consiguieron otro mandato de 10 años en el Tribunal Supremo de Pensilvania, lo que supone una victoria para los demócratas y los deja mantener su ventaja de 5-2 en un órgano vital que podría emitir fallos relevantes sobre el aborto y el derecho al voto en un estado clave en los siguientes años.
En el estado de Pensilvania, los jueces de la Corte Suprema son elegidos principalmente en comicios partidistas y, posteriormente, los electores deciden si los retienen cada 10 años en elecciones que, técnicamente, no son partidistas. Los tres magistrados Christine Donohue, Kevin Dougherty y David Wecht habían sido elegidos también en 2015.
Desde ese momento, el tribunal ha desempeñado un papel importante en las disputas electorales, anulando en 2018 el mapa electoral

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