El último capítulo del debate sobre el aborto y los registros de objetores de conciencia han motivado a las organizaciones que impulsan esta ofensiva a abrir recogidas de firmas, recurrir a la Audiencia Nacional o impulsar una plataforma de médicos liderada por un miembro del Opus Dei
Una docena de provincias no practican abortos y hacen viajar a miles de mujeres a otras ciudades
La batalla contra el aborto nunca se fue, pero de vez en cuando quienes la lideran se ven impulsados a intensificarla con su mismo objetivo de siempre: acabar con él. A veces lo que les empuja es una noticia que les refuerza, como el fallo que en Estados Unidos acabó con la sentencia que lo garantizaba, y otras veces se rearman para oponerse a un avance. Este octubre se han puesto manos a la obra ante el nuevo capítulo en el debate sobre el aborto, que empezó con el falso 'síndrome posaborto' y siguió con la propuesta del Gobierno de incluirlo en la Constitución y la rebeldía de Isabel Díaz Ayuso ante el registro de objetores de conciencia.
Es precisamente frente a esta medida obligatoria desde 2023 ante la que los antiabortistas han iniciado su última ofensiva. La organización Abogados Cristianos, conocida por llevar a los tribunales casos de “ofensa” a la religión, acaba de pedir a la Audiencia Nacional la suspensión del registro, concebido para que los abortos puedan realizarse en la sanidad pública. El recuso se dirige contra la resolución y el protocolo que el Ministerio de Sanidad acordó hace casi un año con las comunidades, con todas ellas, incluida Madrid a pesar de que ahora su presidenta haya reabierto el debate.
Defiende la fundación, presidida por la abogada Polonia Castellanos, que el registro “vulnera varios derechos fundamentales” –a pesar de que uno similar fue ya avalado por el Tribunal Constitucional– y denuncia que el Gobierno busca “convertir a los médicos en enemigos del Estado por defender la vida”. Abogados Cristianos actúa en esta ocasión en representación de una plataforma recién creada llamada Ginecólogos por la objeción, que considera el registro una “vulneración” de sus derechos y promete “asistencia legal gratuita” a los médicos que sean “señalados, coaccionados o discriminados”.
La plataforma está integrada por ginecólogos “de distintas partes de España” y la lideran Luis Chiva, Director de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra, y Rodrigo Orozco, jefe de servicio del hospital Quirónsalud de Málaga. Chiva, miembro del Opus Dei, es conocido por sus posiciones antiaborto: en varias entrevistas, ha defendido que “la vida empieza” en el momento “de la fecundación” y asegura “albergar la esperanza” de que “el feto vuelva a ser protegido porque ”es discriminatorio acabar con la vida de un ser que tiene un futuro prometedor“. En su momento, llegó a afirmar incluso que se declararía objetor ante la píldora del día después por ser ”abortiva“.
Durante estas últimas semanas, se ha posicionado en varios medios de comunicación contra el registro de objetores que Ayuso ha boicoteado afirmando que se trata de una “lista negra” de médicos. Preguntado sobre ello y sobre cuántos profesionales forman a día de hoy parte de Ginecólogos por la objeción, Chiva no ha respondido de momento.
Miles de firmas contra el aborto
También HazteOír, una de las entidades de agitación y movilización ultra más activas, ha reactivado la ofensiva y ha abierto una recogida de firmas que acumula más de 32.000. La petición busca presionar al Partido Popular para que no tumbe la medida de Vox en el Ayuntamiento de Madrid para que las mujeres sean informadas del síndrome posaborto, que no tiene evidencia científica. “Una vez más, al PP le tiemblan las piernas cuando la izquierda proabortista habla del aborto, pero esta vez no vamos a permitir que traicionen a los no nacidos”, esgrimen en su web.
Aunque el alcalde, José Luis Martínez Almeida, reculó definitivamente y ha reconocido que cometió un error al apoyar la iniciativa de la ultraderecha porque este síndrome “no existe” como categoría científica, HazteOír sigue manteniendo abierta su petición. Además, el pasado viernes una mujer de la organización acudió a protestar al pleno en el que el regidor defendió su rectificación. “Si no hacemos nada, el PSOE presionará al PP y estos, por no ser llamados ”fachas“ o ”extrema derecha“, votarán para meter el aborto en nuestra Constitución”, advierte HazteOír, una de las entidades responsables de que España sea un nodo clave del contagio ultra a nivel global, según una nueva investigación.
Otra de las figuras clave de la ofensiva es el exministro del Interior con Aznar, Jaime Mayor Oreja, que ahora capitanea varias organizaciones antiderechos. Entre ellas está la Fundación NEOS, que ha hecho públicos varios comunicados en los que asegura que “no existe un derecho a matar”, carga contra lo que considera “la cultura de la muerte” y muestra su apoyo a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por “su defensa de la libertad de conciencia frente a las presiones de este Gobierno totalitario”.
La fundación, de la que es vicepresidenta la exdirigente del PP vasco María San Gil, también mantiene activa una recogida de firmas online bajo el título “paremos la promoción del aborto con tu dinero” y una fotografía de la ministra de Sanidad, Mónica García. El texto que acompaña a la petición reza: “No existe el derecho a matar, solo el derecho a vivir. Sin vida, no hay derechos”.
Una web para “decir sí a la vida”
Los perfiles en redes sociales de NEOS han difundido la campaña reclamando que el aborto no se incluya en la Constitución, pero la fundación la lanzó con motivo del anuncio de que el Gobierno va a comenzar financiar la web quieroabortar.org, una iniciativa puesta en marcha por la Asociación de Derechos Sexuales y Reproductivos de Catalunya que explica los recursos disponibles y los –a veces complejos– circuitos autonómicos para interrumpir el embarazo.
Como reacción a la iniciativa, ha surgido recientemente la web quierosermadre.org, que facilita recursos y herramientas “para decir sí a la vida”. En la práctica, agrupa asociaciones y entidades antiaborto que ofrecen ayuda a mujeres con el objetivo de que no interrumpan su embarazo. “Entendemos tus dudas, sabemos que es un momento difícil: precisamente por eso es importante estar informada y acompañada antes de tomar una decisión. Estamos seguros de que, como tú, conocemos a muchas mujeres que se han arrepentido de abortar. Aún no conocemos a ninguna que se arrepienta de ser madre”, apunta la web como carta de presentación.
Pablo Mariñoso es uno de sus coordinadores y asegura que detrás no hay ninguna organización, sino “un grupo de personas” que están en contra del aborto pero que “sobre todo” son “profamilia, promaternidad y profeminidad”. Apunta el impulsor que el Gobierno “solo publicita el aborto” a pesar de que las instituciones “tienen ayudas” a la maternidad y asegura que “ayudar a una mujer a ser madre es más democrático”. Define la web como una especie de “Wikipedia provida” y define la ley del aborto como una norma “delirante” que “oculta” cuestiones como que “no tiene consecuencias para la salud física y emocional” de las mujeres.
La página, de hecho, incluye un apartado de supuestos “mitos” sobre la interrupción del embarazo que, según los promotores, “se empeña en ocultar la industria del aborto”. Entre ellos, aseguran falsamente que no es gratis a pesar de que es una prestación cubierta por la cartera de servicios, que no es segura y “es violenta” y que las mujeres que abortan “nunca son libres” porque acuden “presionadas por su entorno familiar, laboral o económico”, esgrimen obviando que hasta el Tribunal Constitucional ha sentenciado que el aborto forma parte del derecho a la integridad y la dignidad de las mujeres y lo ha definido como “una manifestación de su derecho a tomar decisiones y hacer elecciones libres y responsables”.

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