El PP ha propuesto prohibir el uso del burka y el niqab en los espacios públicos de Barcelona por motivos de «seguridad» y para garantizar «la dignidad humana de las mujeres», en palabras del líder popular en el Ayuntamiento de la ciudad condal, Daniel Sirera . La iniciativa está enmarcada en una campaña relacionada con la lucha contra la inmigración ilegal con la que piden al consistorio que se añada un apartado de actitud cívica en el informe de arraigo necesario para obtener el permiso de residencia.

«Cuando vamos a otros países nos adaptamos a sus normas ; quienes vienen a Barcelona, Cataluña y España también deben adaptarse a las nuestras», ha señalado el líder popular, que ha remarcado también la esencia feminista de esta propuesta: «Una norma básica es que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos y oportunidades ».

Sirera también ha indicado que el uso de estos velos islámicos puede suponer una amenaza para la seguridad en ocasiones porque «no se puede ir con la cara tapada ni en pasamontañas» por razones obvias. La prohibición del burka y el niqab se aplicaría a los espacios públicos de Barcelona, como escuelas o centros de salud y hospitales.

En lo que respecta a la inmigración ilegal, el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona ha declarado que quieren «informes desfavorables» en el caso de aquellos inmigrantes que «no cumplan las ordenanzas de civismo y no puedan demostrar su lugar de trabajo». De ahí que la formación popular pida añadir un apartado de actitud cívica en el informe de arraigo para obtener el permiso de residencia. Ha pronunciado estas palabras en el segundo barrio con más inmigración de España, por detrás del Gòtic de Barcelona, la Rambla del Raval.

Asimismo, se ha referido a la necesidad de que «venga gente de fuera», algo que creen que «es bueno», pero siempre que «la inmigración que llegue sea con trabajo , para aportar un valor importante a la sociedad barcelonesa, y a integrarse». La campaña que plantean desde el PP, insiste, persigue «una inmigración ordenada» y una persecución «contra ella», con una política «seria, humana y eficaz que garantice la convivencia, seguridad y la igualdad de oportunidades».