El presidente colombiano, Gustavo Petro, llegó a Brasil el 6 de noviembre para participar en la COP30, a pesar de enfrentar una grave sanción del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Petro, acompañado de varios funcionarios de su gobierno, aprovechó su llegada para criticar al presidente estadounidense, Donald Trump, a quien calificó de "displicente".

En su cuenta de X, Petro afirmó: "En Belém do Pará se reúne el mundo, sin EE. UU., buscando priorizar la meta de la vida: detener el colapso climático". Durante su intervención, el mandatario colombiano analizó la situación de las economías fósiles y la necesidad de una transición hacia energías limpias.

Petro subrayó que muchos países emisores de CO2 están desviando recursos hacia armamento y conflictos bélicos, en lugar de enfocarse en la descarbonización. "La actitud del presidente Trump, que representa el país con más emisiones acumuladas de CO2 en la atmósfera, no solo es displicente, sino que va literalmente contra la vida de toda la humanidad", enfatizó.

El presidente también criticó la influencia del lobby fósil en la COP30, advirtiendo que busca debilitar las metas de descarbonización. "El papel de Colombia aquí debe ser radical, sembrar selva hasta su borde natural, impedir minería y extracción de hidrocarburos en las selvas", declaró.

Petro instó a América Latina a adoptar una "economía para la vida" y a invertir 500.000 millones de dólares en energías limpias, lo que podría transformar la matriz energética de Estados Unidos. "Esta propuesta concreta de Colombia y mía es una inversión multinacional para la vida", concluyó el presidente.

Con su discurso, Gustavo Petro busca posicionar a Colombia como un líder en la lucha contra el cambio climático y promover un futuro sostenible para la región.