El impulso económico mundial sigue apoyándose en combustibles fósiles y eso está pasando factura al clima. Así lo advierte el Climate Action Monitor 2025 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que concluye que las emisiones globales de gases de efecto invernadero alcanzaron niveles récord mientras la implementación de políticas climáticas pierde fuerza.

Según el informe, en 2023 las emisiones agregadas de 50 países miembros y socios de la OCDE quedaron 8% por encima del nivel necesario para cumplir con los compromisos de reducción fijados para 2030. Ese rezago equivale a unas 2,5 gigatoneladas adicionales de CO₂ equivalente. La brecha es aún más amplia cuando se compara con las trayectorias que deberían conducir a los objetivos de neutralidad de carbono

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