Desde fuera parecen enormes cajas sin ventanas, rodeadas de vallas y seguridad privada. Por dentro, sin embargo, los centros de datos de Microsoft en Virginia se parecen más a una ciudad tecnológica perfectamente coreografiada: kilómetros de pasillos blancos, filas interminables de servidores , un zumbido constante de ventiladores y luces que parpadean como un tablero de control del mundo digital.
Es ese modelo –el que Microsoft ha levantado en Leesburg (Virginia) y en todo el corredor de centros de datos del norte del estado– el que la multinacional replicará en Aragón con su futura región Cloud , y el que el presidente aragonés Jorge Azcón ha podido ver de cerca en su gira por Estados Unidos.
Así es por dentro un centro de datos de Microsoft
En cada edificio, el 'corazón' lo

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