El Gobierno derogó 973 normas del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y redefine el rol del organismo. El objetivo es eliminar la intervención en los procesos productivos y reducir la burocracia en el sector. La medida fue oficializada mediante la Resolución 37/2025 publicada este viernes en el Boletín Oficial.

La decisión implica que el organismo dejará de intervenir en las etapas iniciales del proceso productivo —como la cosecha, la elaboración o el transporte— para concentrarse únicamente en el control de los productos finales embotellados , garantizando su aptitud para el consumo. Además, los controles de trazabilidad (certificación de origen, añada y varietal) pasarán a ser optativos, a elección de los productores.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado

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