Iván Villalba protagonizó uno de los momentos más insólitos de la final de la Copa Argentina disputada en Córdoba.
Tras el pitazo final de Nicolás Ramírez en el estadio de Instituto, el defensor paraguayo de Independiente Rivadavia —que había ingresado en el complemento— se arrodilló en el césped, levantó los brazos y gritó de emoción convencido de que habían ganado el título en los 90 minutos.
Lo que Villalba no sabía era que el partido había terminado 2-2.
Independiente Rivadavia lo ganaba 2-0, pero Argentinos Juniors logró empatarlo sobre el final y llevar la definición a los penales.
Sin embargo, Villalba creyó que el encuentro había terminado 2-1 y comenzó a festejar antes de tiempo.
Las cámaras de la transmisión captaron su celebración, totalmente convencido de la victoria. Minu

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