El ambiente en los principales centros financieros del mundo está cargado de tensión. Lo que vimos recientemente fue una fuerte sacudida que hizo temblar los cimientos de Wall Street , con una caída notoria en los principales índices bursátiles de Estados Unidos . La preocupación es clara y se resume en un miedo muy elemental: la economía se está desacelerando, y cuando eso sucede, el primer síntoma es la destrucción de empleo.

Recientemente, la señal de alarma sonó con estruendo. Los mercados cayeron de forma significativa, siendo el índice que agrupa a las grandes tecnológicas el que sufrió un golpe más pronunciado. Y no es para menos. Detrás de estas cifras rojas, se esconde la inquietud de los inversores por la salud del motor económico estadounidense, que parece estar r

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