Desde 2020, China ha llevado a cabo una expansión significativa de sus instalaciones de producción de misiles, lo que refuerza su capacidad militar y su influencia en la región. Un análisis reciente de CNN, basado en imágenes satelitales y datos gubernamentales, revela que más del 60 % de las 136 instalaciones vinculadas a la producción de misiles han mostrado signos de expansión. Estas instalaciones, que incluyen fábricas y centros de investigación, han aumentado su superficie construida en más de 2 millones de metros cuadrados.

Las imágenes satelitales muestran la aparición de nuevas torres, búnkeres y terraplenes, así como componentes de misiles en algunos de estos complejos. William Alberque, investigador asociado sénior del Foro del Pacífico, comentó: “Esto demuestra el posicionamiento de China como superpotencia mundial. Nos encontramos en las fases iniciales de una nueva carrera armamentística”.

El análisis indica un impulso urgente por parte de China para desarrollar misiles más sofisticados. En los últimos cinco años, varias instalaciones han reemplazado pueblos y tierras agrícolas, expandiéndose en decenas de miles de metros cuadrados. Esta expansión se produce en un contexto de creciente competencia militar con Estados Unidos.

Desde que Xi Jinping asumió el poder en 2012, ha invertido miles de millones de dólares en modernizar el Ejército Popular de Liberación (EPL). La Fuerza de Cohetes del EPL, que supervisa el arsenal nuclear de China, ha sido fortalecida y descrita por Xi como un “núcleo de disuasión estratégica”. Las instalaciones de producción de misiles abastecen a las diversas ramas de las fuerzas armadas chinas, que son las más grandes del mundo, con más de dos millones de efectivos en activo.

CNN ha solicitado comentarios al Ministerio de Defensa chino sobre estas conclusiones. En un contexto de tensiones crecientes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó una visita a Asia, donde se reunió con Xi Jinping. Aunque las conversaciones se centraron en temas comerciales, también se notaron preocupaciones por el creciente arsenal militar de China. En este marco, Trump ordenó al Pentágono reanudar las pruebas nucleares, lo que podría intensificar aún más las tensiones entre ambas potencias.