Miles de uruapenses se volcaron a las calles este 7 de noviembre, vestidos de blanco y portando sombreros en señal de luto y unidad, para exigir justicia por el asesinato del alcalde Carlos Manzo y un alto a la violencia que azota a Michoacán. La manifestación, calificada por organizadores como una “marcha por la paz”, congregó a familias y colectivos civiles desde primeras horas.

Comercios locales cerraron sus puertas y se anunciaron paros de transporte y del sector salud como muestra de solidaridad: transportistas, médicos y negocios se sumaron al llamado ciudadano para paralizar actividades durante la protesta. La movilización partió desde el Paseo Lázaro Cárdenas y avanzó hacia la Pérgola Municipal bajo un llamado a mantener la marcha pacífica, encabezada por Grecia Quiroz, viuda del

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