El profesor Rubén Víctor Reynoso Gonzales fue detenido en el penal de varones de Arequipa tras intentar ingresar 55 chips de telefonía escondidos en un reloj. Este incidente ocurrió durante un control rutinario en el que el personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) detectó irregularidades en uno de los dos relojes que el docente portaba. Al abrir el dispositivo, los agentes encontraron los chips, lo que llevó a la intervención inmediata de las autoridades. El INPE notificó a representantes del Ministerio Público y de la Policía Nacional para el levantamiento de actas y la incautación de los artículos prohibidos. El INPE reafirmó su compromiso con la seguridad y la lucha contra la criminalidad en los recintos penitenciarios. En un comunicado, la institución destacó que el ingreso de estos elementos representa un riesgo, ya que pueden ser utilizados para coordinar extorsiones y otras actividades delictivas. La situación también ha generado preocupación sobre las consecuencias legales para quienes intentan introducir objetos ilícitos en las cárceles. Según el Ministerio Público, las penas pueden variar entre dos y veinte años de prisión, dependiendo del tipo de elemento y las circunstancias. La Ley 29867 establece que el ingreso de equipos de comunicación puede acarrear penas de cuatro a seis años. Si el responsable ocupa un cargo de autoridad, la pena puede aumentar a entre seis y ocho años, además de la inhabilitación del cargo. En un evento reciente, la directora regional del INPE, Marina Ancalle Ticona, y el director del penal de Socabaya, Richard Leonardo Carhuaz, solicitaron la participación de un fiscal penal para reforzar la información sobre las responsabilidades penales y prevenir intentos de ingreso de objetos prohibidos. Este incidente pone de relieve la importancia de los controles de seguridad en los penales y la necesidad de mantener la vigilancia para evitar que se repitan situaciones similares.