esta semana tuve el placer, y el privilegio, de asistir una vez más a los premios BMW en el Teatro Real. Una noche de esas que te reconcilian con la belleza, con la música, con el arte… y con la elegancia bien entendida. Allí, estaba la Reina Sofía, radiante como siempre, con esa serenidad que solo da la sabiduría y el saber estar. La orquesta de TVE nos deleitó con música de Falla, y luego Mercé nos regaló un homenaje precioso a Manuel Alejandro. ¡Qué maravilla! Y qué momento tan emotivo cuando la orquesta le tocó el «Cumpleaños feliz» a la Reina Sofía. Se me escapó una lagrimita, confieso. Ella, tan discreta, tan auténtica . Un ejemplo de lo que significa representar a una institución con clase.

Y claro, hablando de la Reina Sofía, no puedo evitar mencionar al otro protagonista de la

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