Con los primeros rayos de sol y los días al aire libre, la piel pide un respiro . El agua termal se convierte en ese gesto silencioso y poderoso: un rocío que calma, hidrata y devuelve equilibrio al instante, como un susurro de frescura sobre la piel.

“Es un producto sencillo, pero de gran impacto en la salud de la piel. En primavera y verano se vuelve un aliado esencial: refresca, aporta hidratación y confort sin resecar, y su practicidad permite incorporarlo en cualquier momento del día”, explica la dermatóloga Dra. Cristina Pascutto, asesora de Eau Thermale Avène.

Por qué sumar el agua termal a tu rutina

Cuando la piel pide calma y frescura, el agua termal se convierte en un gesto indispensable. Con décadas de respaldo dermatológico, su composición rica en minerales y oligoeleme

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