El popular “manos de teipe” tuvo una mala noche, no fue solo que perdiera el “abasto” de comida que acababa de hurtar y el cual debieron despegarle de la yema de los dedos, sino que cayera preso y por último, que una vez en conocimiento de que estaba solicitado por el tribunal segundo del Circuito Judicial deltano, quedara “pegao” sin atenuantes ni contemplaciones. Ni Pedro Navaja estaba tan “salao” la noche que murió.

A “manos de teipe” se le ocurrió la brillante idea de arrebatar una bolsa de comida en pleno centro de Tucupita, en la esquina que antes albergara el “Bazar Popular Delta” y “Ferrehogar”, ahora con un pequeño expendio de alimentos regentado por asiáticos, a metros del comando de Politucupita.

Mientras iba corriendo la bolsa le pesaba cada más y tuvo la sensación de que iba

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