Múnich.- La famosa ola para surfear en el río Eisbach, en Múnich, Alemania, ha desaparecido misteriosamente, dejando a los surfistas bávaros sin poder surfear por primera vez en décadas.

La ola artificial Eisbach (arroyo helado) del río Isar ha atraído a surfistas a la ciudad sin salida al mar de Múnich desde 1972, cuando se formó con bloques de hormigón que se colocaron en el canal para controlar la fuerte corriente

SurferToday.com elogia el Eisbach como “la madre de todas las olas de río” y dice que puede alcanzar una altura de 1.22 metros (4 pies). Los surfistas se turnan para saltar desde cada orilla al agua helada mientras los espectadores se alinean en un puente observando sus esfuerzos. La ola es tan poderosa que el recorrido promedio dura menos de un minuto.

Después de que la ci

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