En la madrugada del sábado 8 de noviembre, la tranquilidad de Tunja se vio interrumpida por el hallazgo de una volqueta cargada con explosivos en el barrio Prados de Alcalá, cerca del batallón Simón Bolívar del Ejército Nacional. La comunidad alertó a las autoridades sobre la actividad sospechosa, lo que llevó a la activación inmediata de protocolos de emergencia.

Las autoridades acordonaron la zona y evacuaron a los residentes cercanos para garantizar su seguridad. A primera hora de la mañana, se llevó a cabo una detonación controlada de los explosivos, aunque la explosión causó daños significativos a varias estructuras del batallón y sus alrededores. Afortunadamente, no se reportaron víctimas fatales.

El presidente Gustavo Petro confirmó la neutralización del atentado, destacando que "la población civil y militar fue evacuada a tiempo. Cero víctimas mortales". Sin embargo, la explosión generó preocupación entre los ciudadanos, quienes han expresado su inquietud en redes sociales sobre la gestión del incidente.

Un video de seguridad ha circulado, mostrando el momento en que un individuo abandonó la volqueta. En las imágenes, se observa a un hombre estacionando el vehículo alrededor de las 5:06 a.m. y luego huyendo en motocicleta junto a otro cómplice. Aunque el video es claro, los rostros de los sujetos no son identificables debido a la distancia.

Las autoridades aún no han identificado a los responsables del atentado, pero se ha confirmado que al menos tres artefactos explosivos estaban presentes en la volqueta. Según informes, el vehículo había sido visto previamente en el corredor vial Paipa-Tunja, lo que ha llevado a la comunidad a exigir respuestas rápidas del Gobierno Nacional.

El presidente Petro también hizo un llamado a no bajar la guardia en la lucha contra el narcotráfico, enfatizando la necesidad de atacar sus finanzas y capacidades operativas. La situación en Tunja sigue siendo monitoreada mientras se revisan las grabaciones y se investigan los hechos.