A 80 años de su nacimiento, el peronismo transita una crisis aguda. Derrotada en las urnas, su dirigencia ofrece el triste espectáculo de la interna permanente (Cristina Kirchner vs. Axel Kicillof); de los gobernadores colaboracionistas (Jaldo, Jalil, Zillioto); y de la traición sindical burocrática (CGT). Para una porción de su militancia y simpatizantes, la escena se presenta absurda. Más, aún, en un escenario signado por la nueva ofensiva laboral esclavista de una ultraderecha empoderada tras el triunfo electoral. Misturando crisis de liderazgos, errores tácticos y candidatos insípidos, atraviesa, sin embargo, una crisis de razones históricas, estructurales.

En Peronismo y cultura de izquierda, Carlos Altamirano escribió acerca de la dicotomía entre el peronismo verdadero y el peronism

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