El fenómeno natural, que ocurrió el viernes, provocó la caída de árboles, el derrumbe de viviendas y el vuelco de varios autos. Los vientos alcanzaron entre 180 y 250 kilómetros por hora, de acuerdo con el Sistema de Tecnología y Monitoreo Ambiental de Paraná.

De los heridos, 30 fueron reportados como graves o con lesiones moderadas, mientras que alrededor de 100 personas sufrieron heridas leves, informó la Defensa Civil.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ordenó activar un plan de ayuda humanitaria, con el envío de equipos de rescate y apoyo a las familias afectadas. Por su parte, el gobernador de Paraná, Ratinho Júnior, dijo que las fuerzas de seguridad continúan en alerta para atender las zonas dañadas.

El Instituto Nacional de Meteorología mantiene una alerta por tormentas en t

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