En Chile los escándalos que tocan a las élites institucionales suelen tener un eco corto. Pero el caso “Muñeca Bielorrusa” , con la querella presentada por la fiscal Carmen Gloria Wittwer contra la exministra de la Corte Suprema Ángela Vivanco , amenaza con romper ese ciclo de olvido. No se trata solo de una jueza que habría recibido dinero a cambio de fallos favorables, sino de algo más profundo, la pérdida de confianza en el último bastión de legitimidad del Estado .

La investigación describe una trama que, de confirmarse, sería una de las crisis éticas más graves del poder judicial en décadas . Vivanco habría recibido pagos indirectos de abogados de un consorcio chileno-bielorruso tras intervenir a su favor en litigios que obligaron a Codelco a desembolsar más de 17.500 millon

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