Aunque soy un pobre diablo casi siempre digo la verdad. Como fuego abrasador, siempre quise ser el que no soy... Víctor Manuel dejó su Mieres natal con la bendición de sus padres y llegó a Madrid a los 16 años para cantar y contar una España que ellos mismos temieron explicarle. Ahora, a los 78, sigue siendo un icono de la música popular española , un narrador de emociones y contradicciones que se muestra tal y como es, con sus errores, rectificaciones, aciertos y fracasos, como un corazón tendido al sol , en el programa de hoy de Salvados .

Nieto de un fusilado y de un abuelo minero, además de hijo de ferroviario, ha pasado seis décadas cantándonos sentimientos compartidos y confidencias íntimas , como quien le susurra a un amigo secretos que dan calma y esperanza.

Paseando

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