La reciente alianza política sellada en Ipiales entre la senadora Liliana Benavides, el dirigente Carlos Alberto Pantoja, conservadores, y el ex congresista liberal Gustavo Estupiñán representa más que un acuerdo electoral: es un gesto valiente de madurez política en tiempos donde Nariño clama por unidad y resultados concretos.

Superando viejas estructuras ideológicas y rivalidades partidistas, esta convergencia marca un nuevo camino: el del trabajo conjunto por el desarrollo regional. La senadora Benavides, con su capacidad de convocatoria y liderazgo creciente, ha demostrado que es posible articular sectores diversos bajo una visión compartida de progreso.

Nariño no puede seguir atado a divisiones estériles ni a disputas que retrasan su inserción efectiva en los grandes proyectos nacio

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