Por: Jefferson Sánchez Cifuentes

“Cuando los principios se venden al mejor postor, la historia los compra como vergüenza.” — Jorge Eliécer Gaitán

Hay hombres que en la historia política no solo ocupan un lugar, sino que se convierten en el espejo roto de una doctrina. César Gaviria Trujillo, otrora heredero de una tradición que encendió antorchas de libertad y justicia social, hoy parece caminar entre las ruinas ideológicas del Partido Liberal, como un alquimista que, en lugar de oro, transforma los principios en polvo.

El liberalismo colombiano fue alguna vez una sinfonía de ideas: libertad, equidad, educación, progreso y dignidad humana. Era el fuego que ardía en las manos de Uribe Uribe, la palabra que vibraba en los labios de López Pumarejo, el sueño que habitó en la conciencia de

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