Es el cierre de la Administración más largo de la historia de EEUU: 40 días. Y se encuentra en vías de resolución a la medida de Donald Trump gracias a un puñado de ocho senadores demócratas, que han accedido a reabrir el Gobierno sin garantías sobre las ayudas sanitarias..
En una votación preliminar, la primera de una serie de maniobras procedimentales necesarias, el Senado votó 60-40 a favor de avanzar hacia la aprobación de la financiación de la Administración federal y celebrar una votación posterior sobre la extensión de las fiscales de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, que vencen el 1 de enero.
La aprobación final podría demorarse varios días si los demócratas se oponen y retrasan el proceso. El acuerdo está fracturando el partido. El líder de la minoría en el Senado, Charles E. Schumer (demócrata por Nueva York), y el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries (demócrata por Nueva York), se opusieron.
“Esta crisis sanitaria es tan grave, tan urgente, tan devastadora para las familias de mis distritos que no puedo, en conciencia, apoyar esta resolución de financiación provisional”, declaró Schumer en el pleno del Senado, refiriéndose al proyecto de ley.
La mayoría de los demócratas exigían a la Casa Blanca garantías de que se prorrogara el Obamacare, el sistema por el que el Gobierno ayuda a 20 millones de estadounidenses a pagar sus seguros médicos con el fin de ampliar las coberturas sanitarias de la población. Pero Trump, cuya megaley fiscal aprobada en verano ya preveía recortes en políticas sociales, no deja de repetir que el sistema del Obamacare es un desastre... Pero hasta la fecha no ha presentado ninguna propuesta alternativa.
Trump quería un cheque en blanco de los demócratas, a los que no deja de insultar cada día. Y un puñado de ellos se lo están dando. Asì, el Senado está votando este domingo para dar los primeros pasos para poner fin al cierre parcial del gobierno sin contraprestaciones sanitarias.
El grupo de tres exgobernadores —la senadora de Nuevo Hampshire Jeanne Shaheen, la senadora de Nuevo Hampshire Maggie Hassan y el senador independiente de Maine Angus King— declaró que votarían a favor de la reapertura si el Senado aprobaba tres proyectos de ley de gastos anuales y extendía el resto de financiación del gobierno hasta finales de enero, informa The Associated Press .
El líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune, respaldó el acuerdo el domingo por la noche y convocó a una votación inmediata para iniciar el proceso de aprobación.
El acuerdo también incluiría una votación futura sobre las ayudas para la atención médica, cuyo resultado no estaría garantizado por los republicanos, y la reversión de los despidos masivos de empleados federales que se han producido desde que comenzó el cierre el 1 de octubre.
Los republicanos necesitan cinco votos demócratas para reabrir el gobierno. Además de Shaheen, King y Hassan, el senador demócrata Tim Kaine, de Virginia, estado que alberga a millones de trabajadores federales, también declaró que apoyaría el acuerdo.
Después de que los demócratas se reunieran durante más de dos horas para discutir la propuesta, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, declaró que no podía apoyarla “de buena fe”.
“Estados Unidos se encuentra en medio de una crisis de salud provocada por los republicanos”, declaró Schumer en el pleno justo antes de las votaciones previstas. “Los demócratas han dado la voz de alarma”, dijo Schumer, y “no cejaremos en la lucha”.
El senador independiente Bernie Sanders de Vermont, referente progresista que forma parte del grupo demócrata, declaró que abandonar la lucha sería un “error garrafal”.
Los republicanos han estado colaborando con el grupo de demócratas centristas mientras el cierre del gobierno continuaba interrumpiendo vuelos en todo el país, poniendo en riesgo la asistencia alimentaria para millones de estadounidenses y dejando a los empleados federales sin sueldo. Sin embargo, muchos demócratas han argumentado que no se puede poner fin a la batalla política sin un acuerdo para extender los subsidios de salud.
Al regresar a la Casa Blanca el domingo por la noche después de asistir a un partido de fútbol americano, Trump dijo: “Parece que nos acercamos al fin del cierre”.
Los demócratas han votado 14 veces en contra de la reapertura del gobierno, exigiendo la extensión de las ayudas que hacen que la cobertura sea más asequible para los seguros de salud ofrecidos bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Affordable Care Act, popularmente conocida como Obamacare). Y los republicanos se han negado a negociar los subsidios sanitarios mientras el gobierno permanece cerrado, si bien el acuerdo con los demócratas moderados financiaría parte del gobierno, como la ayuda alimentaria.
El acuerdo prevé financiar programas para veteranos y el poder legislativo, entre otras cosas, y extender la financiación para todo lo demás hasta finales de enero. Según fuentes cercanas al caso, se aceptaría la antigua oferta de los republicanos de celebrar una votación futura sobre los subsidios a la atención médica, la cual tendría lugar a mediados de diciembre.
El acuerdo reincorporaría a los empleados federales que recibieron avisos de despido y reembolsaría a los estados que utilizaron sus propios fondos para mantener en funcionamiento los programas federales durante el cierre. Además, protegería contra futuras reducciones de personal hasta enero y garantizaría que todos los empleados federales reciban su salario una vez finalizado el cierre.
Además de la solución al problema de la financiación, los republicanos publicaron el domingo el texto legislativo final de tres proyectos de ley de gastos para todo el año. Esta legislación mantiene la prohibición de aumentos salariales para los legisladores, pero incrementa su seguridad en 203,5 millones de dólares en respuesta al aumento de las amenazas. También incluye una disposición impulsada por el senador Mitch McConnell, republicano por Kentucky, para impedir la venta de algunos productos derivados del cáñamo.
Aunque el Senado aprobara la legislación de financiación, la votación final podría tardar varios días si los demócratas que se oponen al acuerdo, presentan objeciones y dilatan el proceso. La primera votación serviría para proceder a la consideración de la legislación.
No hay garantías de que las ayudas de la Ley de Cuidado de la Salud Asequible (Affordable Care Act) se extiendan si los republicanos acceden a una futura votación sobre la atención médica. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (republicano por Luisiana), ha declarado que no se comprometerá.
Algunos republicanos se han mostrado dispuestos a extender las ayudas de la era de la COVID-19, dado que las primas podrían dispararse para millones de personas, pero también quieren establecer nuevos límites sobre quién puede recibir los subsidios..
Otros republicanos, incluido Trump, han aprovechado el debate para reiterar sus críticas, que llevan años haciendo, y han pedido su derogación o reforma, sin plantear ninguna alternativa.

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