(Glosa de la España okupada)

Está más que claro: Pedro Sánchez y su cuadrilla no gobiernan un país, administran un botín. Y entre ladrones anda el juego.

Su fórmula es sencilla: premiar al que no produce y castigar al que trabaja.

El resultado, devastador.

La vivienda -ese derecho que antaño era conquista del esfuerzo- ha pasado a ser hoy el botín de los okupas , el trofeo de los maleantes, y el instrumento de manipulación política más rentable del “sanchismo”.

Mientras miles de familias españolas, con décadas de cotización y esfuerzo, no pueden acceder a un techo digno, los recién llegados, los drogadictos reciclados en víctimas sociales, y los que han hecho del parasitismo su forma de vida, disfrutan de un trato preferente, subvencionado y bendecido por decreto.

Aquí la hospitali

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