Cantabria no solo presume de paisajes infinitos y vacas tudancas. También puede presumir —o al menos sonreír— con algunos de los nombres de pueblos, ríos y lugares más curiosos de España.

Su toponimia es un mapa del humor involuntario, una colección de nombres que desconciertan al visitante y hacen sonreír incluso al más serio.

Entre ríos con picardía y pueblos con guasa

En el corazón de la montaña cántabra nace uno de los afluentes más comentados del norte: el río Polla .

Sí, así se llama, y no es una broma. Este río nace en las proximidades del puerto de Pozazal , en plena cuenca del Ebro, y lleva décadas despertando carcajadas en turistas y curiosos.

Nadie sabe con certeza el origen exacto del nombre, pero en redes sociales no faltan los comentarios que lo convierten, año tras año, en uno de los topónimos más “fotografiados” de Cantabria.

Obeso, Limpias y Correpoco: un mapa que arranca sonrisas

Los nombres curiosos no se detienen ahí.

En Rionansa , por ejemplo, encontramos el pueblo de Obeso , que no deja indiferente a nadie.
Su nombre, aunque proviene del latín obesus (fértil, abundante), ha generado más de una broma entre viajeros despistados.

Y si seguimos recorriendo el mapa, aparecen joyas como Limpias , Correpoco o Vozpornoche , este último con apenas ocho habitantes en el municipio de Luena . Pueblos diminutos que, sin quererlo, han alcanzado fama nacional gracias a su singular toponimia.

Entre el humor y la historia

Los nombres cántabros esconden historias, leyendas y, en muchos casos, significados perdidos con el paso del tiempo.

Por ejemplo, Ajo , en el municipio de Bareyo, debe su nombre a una antigua raíz prerromana que nada tiene que ver con el condimento. Aunque, como bien recordaba una vieja anécdota, fue precisamente Victoria Beckham quien dijo una vez que “España huele a ajo” , quizás tras pasar por esta villa marinera.

En cambio, Llaves , en Camaleño , parece evocar algo más misterioso: un pueblo pequeño, de apenas unas decenas de habitantes, cuyo nombre suena casi simbólico, como la puerta de entrada a los Picos de Europa.

Cabezón, Palacio y otras rarezas del norte

Cantabria también alberga localidades con nombres sonoros y rotundos, como Cabezón de la Sal , Cabezón de Liébana o Barriopalacio .

Otros, como La Cueva , El Bosque , Palacio o Montehano , parecen sacados de un cuento. Y luego están los que directamente despiertan curiosidad o una sonrisa inevitable: Matarrepudio , Rocamundo , Pilas , Casavieja , La Capitana o El Seminario Pontificio , este último sin habitantes pero con mucha historia en Comillas .

Cada nombre encierra una historia, una raíz etimológica, un trozo del pasado rural de Cantabria que, sin proponérselo, se ha convertido en una colección de titulares irresistibles.

Toponimia con carácter cántabro

En Cantabria, el humor se mezcla con la historia. La toponimia no busca llamar la atención, pero lo consigue.

Desde el río Polla hasta el pueblo de Obeso , pasando por Ajo, Correpoco o Limpias , la región ha sabido conservar un patrimonio lingüístico tan peculiar como entrañable.