Entre las sierras del Prepirineo aragonés, al norte de la provincia de Huesca, se extiende el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Con más de 47.000 hectáreas, es el mayor espacio protegido de Aragón y uno de los entornos donde mejor se aprecia la transición entre el llano y la montaña. Su relieve está formado por una sucesión de barrancos y cañones que los ríos han ido modelando durante miles de años sobre la roca caliza, creando un paisaje de cortados, pozas y gargantas. En torno a ellos se distribuyen pueblos pequeños y caminos antiguos que conservan la relación entre la vida rural y el entorno natural.

El parque fue declarado en 1990 para proteger su patrimonio geológico, biológico y cultural. Desde entonces, se ha convertido en un referente para quienes buscan conocer la naturaleza del Prepirineo sin grandes distancias ni masificación. En su interior nacen o atraviesan ríos como el Alcanadre, el Vero o el Formiga, responsables de las formaciones más conocidas.

También conviven ecosistemas muy distintos: bosques de quejigos y encinas, zonas de matorral mediterráneo y cortados donde anidan rapaces. La red de senderos señalizados permite recorrerlo a pie por etapas o en excursiones de un día, siempre bajo la regulación que garantiza la conservación del entorno.

Guara no solo es un espacio de interés natural. También conserva uno de los conjuntos de arte rupestre más importantes del país, con abrigos prehistóricos integrados en el Parque Cultural del Río Vero, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. En los alrededores de Colungo y Lecina, las pinturas de Mallata y otras cuevas muestran la presencia humana desde la prehistoria. Esa combinación de naturaleza y patrimonio arqueológico ha dado lugar a una de las rutas más representativas del parque: un recorrido que une cañones, abrigos rupestres y miradores, ideal para comprender la historia natural y cultural de este territorio.

Una ruta por el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara

El sendero parte de las inmediaciones del mirador del Vero, a unos kilómetros de Colungo. Desde ese punto, la senda desciende hacia el cauce del río y se adentra en un paisaje de paredes calizas y vegetación mediterránea. El recorrido, de dificultad media y señalizado, enlaza varios miradores naturales con los abrigos de Mallata, donde se conservan pinturas rupestres de gran valor histórico. El itinerario puede hacerse de ida y vuelta o como una pequeña circular, lo que permite ajustar el tiempo de marcha a las condiciones de cada visitante.

Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.

Durante el trayecto, el entorno cambia con rapidez. En las zonas más sombrías aparecen quejigos, boj y arces, mientras que las laderas soleadas dejan ver matorrales y especies adaptadas a la sequedad. Entre los cortados, es frecuente observar buitres leonados y otras rapaces que aprovechan las corrientes de aire del cañón. En otoño, cuando las temperaturas bajan y el color de la vegetación se vuelve más variado, el paisaje muestra una de sus etapas más características del año.

El camino forma parte de la red oficial de senderos del parque, diseñada para favorecer el acceso controlado y la interpretación del entorno. A lo largo del trazado hay paneles que explican la geología del lugar y el significado de las pinturas rupestres. Aunque no se necesita equipamiento técnico, se recomienda calzado adecuado, agua y precaución en los tramos con pendiente o roca húmeda. El recorrido completo suele llevar entre cuatro y cinco horas, según el ritmo y el número de paradas.

El regreso puede realizarse por el mismo sendero o enlazando con un ramal que asciende hacia un mirador panorámico sobre el cañón del Vero. Desde allí se aprecia la magnitud de las gargantas y el relieve quebrado que da forma a la sierra. Esta ruta resume bien los rasgos que definen al Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara: un territorio de barrancos y acantilados donde la erosión, la vegetación y la huella humana conviven bajo un modelo de protección que permite disfrutar del paisaje sin alterar su equilibrio.