Una revisión de estudios, publicada este domingo, confirma que el uso de los fármacos betabloqueantes , uno de los tratamientos más extendidos tras un infarto agudo de miocardio, no reducen el riesgo de muerte , de sufrir nuevos infartos o de insuficiencia cardiaca en los pacientes con función contráctil del corazón normal. La investigación es tan robusta que abre la puerta a cambiar la práctica clínica y a que no se prescriban en pacientes que han sufrido infartos no complicados.
A finales de agosto, un ensayo español e italiano que se publicó en 'The New England Journal of Medicine' y 'The Lancet', ya demostró que los betabloqueantes, que toman el 70% de los pacientes tras un infarto, no aportan beneficio alguno a pacientes que no han sufrido daños graves en el corazón, pese

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