A lo largo de la historia, el mundo ha estado dividido por una línea invisible pero poderosa: la que separa a los países ricos de los países pobres. Esta división no surgió de la noche a la mañana ni responde a una única causa.

Detrás de las diferencias económicas entre naciones hay siglos de historia, decisiones políticas, estructuras sociales y dinámicas globales que han moldeado el desarrollo de cada región.

Comprender por qué existen países ricos y pobres es entender la manera en que el poder, los recursos y las oportunidades se distribuyen en el planeta.

Durante varios siglos, las potencias europeas explotaron los recursos naturales y humanos de América Latina, África y Asia, estableciendo una relación desigual que aún hoy deja huellas profundas.

Mientras Europa acumulaba riqueza,

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