La administración Trump ha informado a la Corte Suprema de EE.UU. que seguirá combatiendo para mantener la totalidad de los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) a los estados, en medio del cierre parcial del Gobierno. Este caso, de gran relevancia, podría ser desestimado si las agencias federales reabren.

El Gobierno decidió impugnar una orden judicial que le obligaba a utilizar 4.000 millones de dólares de otro fondo para garantizar el pago completo de los beneficios del SNAP. La jueza Ketanji Brown Jackson suspendió temporalmente esta orden, lo que permite al Gobierno realizar pagos reducidos durante unos días mientras se analiza el caso en los tribunales. Estos pagos se financian con fondos de contingencia separados.

Durante el fin de semana, un tribunal de apelaciones en Boston ratificó la orden judicial que exigía el pago completo de los beneficios. Además, el Senado ha avanzado hacia un acuerdo que podría poner fin al cierre histórico del Gobierno.

La orden de Jackson que bloquea los pagos completos se mantiene vigente, a pesar del fallo del tribunal de apelaciones, hasta el martes por la noche. Si el cierre del Gobierno no se resuelve para entonces, Jackson podría extender su orden, o la Corte Suprema podría decidir sobre la solicitud de emergencia presentada por Trump.

Si se reanuda el flujo de fondos gubernamentales antes del martes, la apelación ante la Corte Suprema probablemente se desestimaría. El procurador general, D. John Sauer, declaró ante la Corte Suprema que "esa propuesta, si es aprobada por ambas cámaras del Congreso y firmada por el presidente, pondría fin al cierre y dejaría sin efecto esta solicitud". Sin embargo, por el momento, la administración continuará luchando para retener la totalidad de los beneficios del SNAP.