El deporte profesional en Estados Unidos atraviesa una tormenta que no cesa. Apenas unas semanas después de que el FBI desmantelara una red de apuestas ilegales vinculada a la NBA y a partidas de póker amañadas, un nuevo escándalo sacude a las Grandes Ligas de Béisbol (MLB). Esta vez, los protagonistas son los lanzadores dominicanos Emmanuel Clase y Luis Ortiz, acusados de participar en un esquema de manipulación de apuestas que habría generado ganancias ilícitas por al menos 400.000 dólares.

Según la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York, los peloteros suministraban información anticipada sobre sus lanzamientos a un grupo de apostadores, y en algunos casos, enviaban intencionalmente bolas en lugar de strikes para asegurar el éxito de las apuestas. A cambio, recibían pagos que

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