Fernando Alonso , tras el Gran Premio de Brasil , dejó una afirmación ambigua pero cargada de intención: «No puedo ser del todo sincero». El piloto asturiano cuestionó el comportamiento de los monoplazas durante el fin de semana, especialmente en relación a las diferencias de rendimiento entre sesiones. Su declaración apunta tanto a las limitaciones del AMR25 como a posibles excesos tolerados en otros equipos.
La variable oculta: la altura del monoplaza
En Interlagos , circuito con un desnivel de 50 metros entre puntos de la pista y pianos agresivos , el reglaje de altura del coche es determinante. Equipos y pilotos deben evitar el desgaste excesivo del plank , una pieza de resina cuya erosión no debe superar 1 mm según normativa de la FIA . Un coche que roce el suelo más de lo permitido queda automáticamente descalificado .
En este contexto, algunos equipos optaron por configuraciones más agresivas . Aston Martin , en cambio, elevó el monoplaza para evitar cualquier riesgo reglamentario . El resultado fue una pérdida de rendimiento significativa, en contraste con otros coches que se mantuvieron competitivos sin ser penalizados.
Desempeño dispar entre sesiones
El viernes y sábado Alonso clasificó quinto y sexto en la carrera Sprint , respectivamente. En la sesión clasificatoria y la carrera del domingo , su rendimiento cayó hasta la 11.ª y la 14.ª posición. La razón, según el piloto, no fue sólo una mala estrategia, sino ajustes técnicos obligados por las condiciones del reglamento . Una decisión conservadora que no fue replicada por todos.
Mientras tanto, otros pilotos, como Bearman o Verstappen , mostraron comportamientos atípicos. El primero superó a escuderías con mayor rendimiento histórico. El segundo remontó del 20.º al 3.º lugar saliendo desde el pit lane tras modificar la configuración de su monoplaza entre sesiones.
Inspecciones limitadas y margen para el riesgo
Tras la carrera principal del domingo, sólo siete monoplazas fueron inspeccionados por la FIA : Piastri , Norris , Verstappen , Russell , Antonelli , Gasly y Hulkenberg . La selección no incluyó a todos los participantes, lo que permite que algunos equipos puedan calcular márgenes de riesgo técnico sin temor a ser detectados.
En una parrilla donde menos de medio segundo separa al primer del decimoquinto clasificado, el uso mínimo del reglamento puede suponer diferencias competitivas sustanciales. Alonso insinúa que algunos equipos aprovechan esa brecha técnica para mejorar sus resultados sin consecuencias visibles.
Sensibilidad mecánica del AMR25
Aston Martin ya evidenció problemas similares en los Grandes Premios de Países Bajos y Hungría . El AMR25 es especialmente sensible a los cambios de altura derivados de la carga de combustible . Durante la Sprint , con unos 35 kg de carburante , el coche mostró buen rendimiento. En la carrera tradicional , con más de 100 kg a bordo, su comportamiento se deterioró.
Esto contrasta con escuderías como Red Bull , que ajustaron suspensiones y altura tras una sesión fallida. Verstappen , al recuperar la configuración base de su monoplaza, logró una remontada sin errores técnicos y con verificación reglamentaria posterior satisfactoria.
Alonso, entre la crítica y la resignación
La afirmación del piloto español refleja un diagnóstico complejo. Por un lado, señala la falta de flexibilidad técnica de su monoplaza. Por otro, deja entrever que existen prácticas de otros equipos que, si bien no confirmadas como irregulares, se sitúan en un límite que Aston Martin no está dispuesto a cruzar.
Carlos Sainz también aludió a la diferencia de rendimiento entre sesiones, cuestionando cómo un piloto debutante como Bearman podía superar a McLaren . En un entorno tan igualado, esos detalles generan sospechas compartidas .

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