Tras 41 días de cierre parcial —el más extenso en la historia moderna del país— el Senado aprobó un paquete de financiamiento temporal que permitiría reactivar a la administración federal, liberar pagos retrasados a cientos de miles de empleados públicos y restablecer programas sociales esenciales, como la asistencia alimentaria.

El proyecto, sin embargo, llegó sin resolver uno de los temas más delicados del debate, que implica la extensión de los subsidios federales de salud, cuya expiración amenaza con encarecer el acceso médico para millones de familias.

El avance legislativo, impulsado por los republicanos y acompañado por un sector minoritario del Partido Demócrata, ahora se traslada a la Cámara de Representantes , donde su aprobación dependerá de un equilibrio político inestabl

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