Warren Buffett, la icónica figura del mundo financiero y líder de Berkshire Hathaway, ha publicado una carta que se considera su última comunicación oficial como director ejecutivo y presidente de la compañía. A sus 95 años, Buffett ha decidido retirarse, dejando un legado de reflexiones y recomendaciones para inversores y el público en general. La carta, que circuló este lunes, marca el cierre de una era en una de las empresas más influyentes de Estados Unidos. En su mensaje, Buffett anunció que ya no escribirá el informe anual de Berkshire ni participará en la reunión anual, expresando: “Voy a ‘callar’”. Buffett también compartió detalles sobre su salud, afirmando que, a pesar de moverse lentamente y tener dificultades para leer, sigue asistiendo a la oficina cinco días a la semana. “Para mi sorpresa, me suelo sentir bien”, comentó. Uno de los anuncios más destacados de la carta fue la distribución de más de 2,7 millones de acciones de Berkshire Hathaway. Buffett reveló que transferirá 1,5 millones de acciones a The Susan Thompson Buffett Foundation y 400.000 acciones a cada una de las siguientes instituciones: The Sherwood Foundation, The Howard G. Buffett Foundation y NoVo Foundation. Esta decisión refleja su compromiso con la filantropía y su deseo de canalizar parte de su fortuna hacia causas benéficas. En cuanto a la sucesión de liderazgo en Berkshire Hathaway, Buffett confirmó que Greg Abel asumirá formalmente la presidencia y dirección ejecutiva de la firma a partir de 2025. Buffett elogió a Abel, afirmando que ha superado sus expectativas y posee un conocimiento profundo de los negocios de la empresa. La carta también incluyó una serie de consejos y reflexiones sobre la vida y el éxito. Buffett instó a no castigarse por errores pasados y a aprender de ellos, destacando que “nunca es tarde para mejorar”. Además, enfatizó la importancia de elegir a los héroes correctos y seguir su ejemplo, recordando la historia de Alfred Nobel, quien cambió su vida tras leer un obituario erróneo sobre sí mismo. Buffett definió la grandeza no por la acumulación de riqueza, sino por los pequeños actos de bondad hacia los demás. “La amabilidad no tiene costo, pero es invaluable”, afirmó. También reiteró la relevancia de la Regla de Oro como guía ética. En su mensaje final, Buffett agradeció haber formado parte del contexto estadounidense y reconoció que la distribución de recompensas sociales no siempre es justa. Sin embargo, alentó a buscar mejoras en la sociedad y a no desanimarse ante las dificultades. Con esta carta, Warren Buffett cierra un capítulo significativo en su vida y en el mundo financiero, dejando un legado de sabiduría y principios que perdurará en el tiempo.