El cierre de Gobierno más largo en la historia de Estados Unidos llegó a su fin tras un acuerdo entre republicanos y un grupo de senadores demócratas moderados, lo que ha generado una fuerte división interna. El pacto, alcanzado este domingo 9 de noviembre, permitirá la reapertura de las agencias federales, pero excluye garantías sobre la extensión de los subsidios de salud conocidos como Obamacare, uno de los principales puntos de discordia entre ambos partidos.

Durante 40 días, los demócratas se negaron a aprobar una medida de financiamiento temporal impulsada por los republicanos, que no incluía la ampliación de los subsidios del Obamacare. Sin embargo, ocho legisladores moderados decidieron romper con la línea del partido y apoyar la propuesta a cambio de una votación futura, prevista

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