A poco menos de 50 días para que acabe este 2025, ya son muchas las personas que se preguntan qué cambiará en 2026. A qué nuevas cosa habrá que adaptarse. O qué productos subirán o bajarán de precio respecto al año que está a punto de acabar. Y, según auguran muchos expertos, la más que segura revalorización de las pensiones es una de las previsiones que mayor interés genera, dado los millones de españoles que perciben prestaciones de la Seguridad Social. Según dichas estimaciones, se prevé que las pensiones contributivas subirán aproximadamente un 2,6%.
Este incremento, que afectará a más de 9 millones de beneficiarios , busca fundamentalmente mantener el poder adquisitivo de los pensionistas frente al aumento de precios previsto. Las proyecciones de la media del Índice de Precios al Consumo (IPC) entre diciembre de 2024 y octubre de 2025 ya sitúan este aumento en un 2,64%. De ahí que la subida anual de las pensiones responda al mecanismo automático establecido por la Ley 21/2021, que trata de garantizar que las pensiones no pierdan poder adquisitivo al vincular su revalorización al IPC. Concretamente, el porcentaje de incremento se calcula tomando como referencia el IPC medio interanual registrado entre diciembre del año anterior (2024) y noviembre del año en curso (2025).
De esta manera, los millones de personas que cobran mensualmente sus pensiones no sufren con el alza de precios, lo que consolida el sistema público de pensiones español. Es de señalar, eso sí, que la cifra del 2,6% es una estimación actual. El porcentaje exacto que entrará en vigor el 1 de enero de 2026 se conocerá con exactitud antes de que acabe el año, una vez se publique el dato oficial de inflación de noviembre. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará el porcentaje definitivo del IPC de noviembre (IPC armonizado), dato que determinará el incremento exacto. El primer pago con la cuantía actualizada se recibirá a finales de enero de 2026.
La subida estimada impactará de manera diferente según el tipo de prestación. Para una pensión media de jubilación contributiva, que se situó en 1.506 euros en 2025, un incremento del 2,6% la dejaría en aproximadamente 1.544 euros mensuales . Esto supone cerca de 38 euros adicionales al mes (o lo que es lo mismo, 456 euros más al año). La pensión máxima de jubilación tiene un tratamiento especial desde 2025: se revaloriza con el IPC más 0,115 puntos porcentuales adicionales estimándose, por tanto, que en 2026 subirá un 2,715%, lo que situaría dichos ingresos en 3.355 euros mensuales.
Algunas subirán más que el IPC
Una característica destacada de la revalorización de 2026 es que no todas las pensiones subirán solo el 2,6%; algunos colectivos recibirán incrementos superiores al IPC . Esto se aplica a las pensiones mínimas, las pensiones no contributivas y para aquellas personas que reciben el Ingreso Mínimo Vital (IMV). Más de 2,1 millones de prestaciones ya incluyen un complemento a mínimos, lo que significa que una de cada cinco pensiones recibe un refuerzo económico cada mes del año.
Las pensiones mínimas, en particular, están ajustándose para tratar de superar el umbral de pobreza para 2027. En 2026, la pensión de jubilación contributiva de referencia (titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo) se incrementará de forma adicional para reducir en un 50% la brecha existente con el umbral de la pobreza. Las pensiones no contributivas (jubilación e invalidez), por su parte, buscan converger en 2027 con el 75% del umbral de pobreza para un hogar unipersonal, con un incremento total adicional del 22% entre 2024 y 2027. Además, el complemento para reducir la brecha de género aumentará un 5%, quedando en torno a 35,90 euros mensuales.

El año 2026 no solo traerá subidas, aseguran los expertos, sino también importantes cambios estructurales en el sistema. Los nuevos jubilados podrán optar por el sistema dual de cálculo de la base reguladora, eligiendo la fórmula que les resulte más beneficiosa: los últimos 25 años cotizados o una nueva fórmula que comenzará a desplegarse, buscando considerar los mejores 27 años de cotización entre los últimos 29 años trabajados. Adicionalmente, la edad legal de jubilación ordinaria continuará ajustándose de forma progresiva, situándose en 66 años y 10 meses para quienes no acrediten al menos 38 años y 3 meses cotizados.
A lo largo de 2025, las pensiones contributivas se incrementaron un 2,8%. Las subidas anteriores fueron significativamente mayores debido a la alta inflación de años pasados: la revalorización fue del 3,8% en 2024 y de un histórico 8,5% en 2023. La subida moderada estimada para 2026 sugiere un contexto de inflación más contenida. La revalorización se aplicará de manera automática a todas las pensiones desde el 1 de enero de 2026, es decir, sin necesidad de realizar ningún trámite. No obstante, se recomienda a los pensionistas revisar su nómina en enero de 2026 para confirmar que se ha aplicado correctamente el incremento.

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