Desierto del Néguev (Israel), 13 nov (EFE).- Miles de beduinos árabes del desierto del Néguev, en el sur de Israel, viven bajo la amenaza de las demoliciones. Solo 11 de sus 47 aldeas están reconocidas. Las demás son consideradas ilegales por el Gobierno israelí, cuyas excavadoras representan una amenaza: pueden dejarles sin hogar y con una deuda imposible de pagar.

“Estamos perdiendo lo más básico y esencial: nuestro techo”, dijo a EFE Jalil Al Amur, un activista y abogado beduino, en la aldea de Al Sira, donde lleva un negocio turístico familiar.

El suelo arenoso, los bordados donde predomina el rojo y el olor a café con cardamomo, acompañan a los líderes tribales del norte del Néguev, todos hombres, que reciben a EFE en el salón de reuniones de sus comunidades, para narrar la amenaza

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