Entre el polvo de las pedreras de Cambalache en Puerto Ordaz y el humo constante de la carbonera en Chirica Vieja de San Félix, se teje una historia de esfuerzo y resistencia. No hay edad que importe cuando el hambre aprieta, ni condición que frene a quienes necesitan llevar el pan a la mesa.

En Ciudad Guayana, hombres y mujeres se aferran a la tierra, al carbón y a las piedras, luchando constantemente por una vida mejor.

De un extremo a otro de esta comunidad vibrante pero marcada por la dureza, los trabajadores deslumbran con su voluntad indestructible. Antes prósperos propietarios de canteras levantaron un espacio donde cientos encontraron un modo de ganarse la vida, amontonando piedras de diversos tamaños con las manos que alguna vez fueron suaves, hoy endurecidas y llenas de callos.

See Full Page