Felipe II convirtió Madrid en la capital de España en 1561. El mismo año, adquirió la Casa de los Vargas para convertirla en su residencia de campo y descanso. Una coincidencia temporal que evidencia el 'flechazo' que sintió el monarca por este espacio y que fue compartido por todos los que le siguieron. Este edificio de dos plantas es el único de Madrid en el que han pasado temporadas todos los monarcas hasta el siglo XX. Ahora, una treintena de profesionales trabajan para devolverle la vida tras un siglo de cierre. Tanto devolviendo su aspecto original al interior donde Felipe II recibía a sus invitados y pasaba las semanas de buen tiempo, como recreando el jardín renacentista por el que daba sus paseos... Pero con la posterior influencia de Francisco Sabatini.

Y es que, aparte del paso

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