La construcción y posterior mantenimiento de un nuevo aeropuerto permite múltiples y creativas formas de financiarse o solventarse. El gobierno central puede, por un lado, tomar deuda con cargo a todos los peruanos; puede financiarse a través de un incremento de impuestos; o se pueden establecer tarifas relacionadas al uso real y efectivo de las instalaciones aeroportuarias. ¿No suena lógico y justo, de estas tres opciones, optar por la última bajo la cual se cobra directamente a los usuarios de la infraestructura?

Esta última opción se fundamenta en el principio de causalidad: quien genera activamente un resultado, debe ser considerado responsable del mismo. Esta regla se aplica, en general, tanto a resultados positivos como negativos. Por analogía al caso de la infraestructura aeropo

See Full Page