El norteamericano Richard Connell (1893–1949) publicó en 1924 un relato breve titulado The most dangerous game (La presa más peligrosa, mal traducido en España como El juego más peligroso, problemas de las palabras con dos sentidos, sobre todo si juegan con el significado a su conveniencia) que no tardaría mucho en llamar la atención de la industria cinematográfica, que lo usaría de inspiración para diversas adaptaciones. La primera (y mejor) data de 1932, la dirigieron Ernest B. Schoedsack e Irving Pichel, la protagonizaron Joel McCrea y Fay Wray (la novia de King Kong) y se estrenó aquí con el título de El malvado Zaroff.
La cosa iba de dos cazadores que van a parar a una isla controlada por un millonetis cosaco, el tal Zaroff, que se entretiene organizando unas entretenidas ca

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