En un contexto caracterizado por la exacerbación de cualquier problema y la declaración superficial de situaciones de emergencia, cada vez es más complejo distinguir entre lo trivial y lo relevante.
El acceso a la vivienda , independientemente de las crecientes posturas populistas, resulta innegable que constituye un problema social .
Durante el apogeo de la anterior burbuja inmobiliaria , España contabilizó más de 650.000 viviendas terminadas en el año 2007, una cifra que superó la suma de viviendas finalizadas en Alemania, Francia y el Reino Unido.
Este exceso , animado por una financiación fácil y barata , condujo a una crisis que acabó con un buen número de entidades financieras y a una drástica reducción de la actividad de la promoción inmobiliaria, tocando suelo en 2

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