La desproporción es tan grotesca que parece sacada del realismo mágico, pero sin magia y con mucho realismo bélico

La escena sería cómica si no fuera trágica: el USS Gerald R. Ford , el buque de guerra más poderoso del planeta, navega por aguas latinoamericanas en medio de tensiones con Venezuela , supuestamente para enfrentar el narcotráfico. ¿Qué sigue? ¿Misiles hipersónicos contra pescadores sospechosos? ¿Drones cazando cayucos en alta mar? La desproporción es tan grotesca que parece sacada del realismo mágico, pero sin magia y con mucho realismo bélico.

La decisión de desplegar semejante monstruo naval en la región no solo es absurda: es reveladora. Revela que, para ciertos sectores del poder estadounidense, el narcotráfico sigue siendo una excusa útil para justificar interven

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