La crisis socioeconómica, la caída del empleo y el recorte de muchísimas políticas sociales nacionales afecta cada vez más a los grupos vulnerados, que se ven obligados a acudir en busca de comida a espacios barriales. En este contexto, se vuelve fundamental la acción de los comedores y merenderos comunitarios que, a pesar de las adversidades y la quita de subsidios, siguen trabajando para brindar un plato de comida a aquellos que lo necesitan.

Según el sexto informe de La cocina de los cuidados –elaborado por diferentes organizaciones y coordinado por el CELS– esta situación se agravó en los dos últimos años por las derogaciones y recortes a las políticas de cuidado del gobierno libertario. Desde el inicio de gestión de Javier Milei, de 50 políticas de cuidado existentes sólo 3 qued

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