Con filas de 3.000 personas en constante renovación un sábado por la mañana y récord en ventas entre 1.750 tiendas de 79 países, Decathlon oficializó su arribo a la Argentina con su primera megatienda en Buenos Aires y dejó postales de un furor que poco tienen que envidiarle a la del 31 de enero de 1990, cuando los rusos coparon la plaza Pushkin para probar la Big Mac en el primer McDonald’s de Moscú.

La llegada de la cadena francesa de ropa y artículos deportivos, a través de Grupo One, derribó simbólicamente el aislamiento económico y dejó en evidencia el fin del proteccionismo que durante tantos años caracterizó a Argentina, donde sus habitantes debieron acostumbrarse a viajar a los malls de Chile, Brasil o Miami para comprar un par de zapatillas a un mejor precio.

Decathlon habí

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