La activista Ángela Mariño dejó este mundo por lo alto. Antes de someterse a la eutanasia por un cáncer agresivo con el que lidiaba desde los 12 años, compartió la que sería su última voluntad junto a su amiga, la veterinaria Karla Capio, en redes sociales.
Lejos de querer flores o un funeral ostentoso, Angelita, como le decían sus amigos, pidió a quienes tenían pensado asistir a su velorio llevar donativos para perros y gatos, que Capio pudiera entregar a una fundación:
“Me gustaría que otras personas se sumaran a esta forma de despedir a los que nos vamos, haciendo algo más significativo que gastar un montón de dinero en flores que se van a pudrir y no genera un impacto positivo, como si lo podría tener dejar un legado”.
El legado de Ángela Mariño, una joven que vivió hasta el último

Noticias RCN

RadarOnline
The Babylon Bee
IMDb TV
Reuters US Domestic
America News
People Top Story
New York Post
Axios
Bolavip Football
The Texas Tribune Crime