CNN Español —

La Copa Mundial Sub-17 de la FIFA puede parecer, a ojos de muchos, un simple torneo juvenil de selecciones. Una competición donde decenas de países, casi 50 en la actual edición, persiguen cada dos años el sueño de llegar a la cima. Ese es el objetivo, aunque no el único, y, quizás, tampoco el principal.

En efecto, el Mundial Sub-17 es, ante todo, el torneo que para muchos futbolistas representa la bisagra entre el amateurismo y el profesionalismo. Muchos de ellos llegan a este certamen sin tener contratos firmados con sus clubes. Algunos, por el contrario, ya están dando sus primeros pasos en ese mundo cargado de exigencia.

Es entonces que la competición se torna en un escenario ideal para hallar futuras promesas. Aquellos con “pasta de crack”. Los que esperamos con ans

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