Palestina vence en San Mamés con un clamor contra el genocidio: "Thank you, Basque Country"

Un estadio de San Mamés repleto de ikurriñas y banderas de Palestina ha acogido el encuentro entre Euskal Selekzioa y la selección palestina en un partido histórico para ambas selecciones, una en cuanto al público que ha atraído y la otra por ser el primer partido que dispute en Europa, este sábado contra la selección vasca y en unos días, el próximo martes, contra la catalana. Antes de comenzar los asistentes han realizado un mosaico gigante con las dos banderas y han sonado los himnos de ambos equipos. También se ha guardado un minuto de silencio por las personas asesinadas a manos del Ejército israelí. Tras el minuto de silencio una gran ovación ha hecho retumbar la catedral al grito de “Palestina, askatu”.

El primer gol ha llegado solo cuatro minutos después del comienzo del partido. Unai Elgezabal, que juega en el Levante, ha marcado el 1-0 a favor del equipo vasco. “Ez gaitu inork geldituko” (“No nos parará nadie”) ha cantado la grada la mítica canción de Urtz con emoción por ir a la cabeza, pero sin olvidar el motivo del partido: la solidaridad con Palestina.

Así, los cánticos a favor de Palestina, en contra de Israel y las ovaciones a los jugadores de rojo cada vez que se acercaban a la portería contraria se han ido sumando. A su vez, desde la grada en la que estaban grupos de animación deportiva como Inigo Cabacas Herri Harmaila, Bultzada, Indar Gorri, Indar Baskonia o Iraultza no han parado de encender bengalas en todo el partido. Y han arrojado una de ellas al campo en el minuto 30, lo que ha obligado a parar durante unos minutos el encuentro al ver que los jugadores se estaban acercando a la bengala, aún encendida. Poco después se ha reanudado el partido con normalidad, aunque el humo provocado por las bengalas y un par de petardos dentro del campo ha tardado en irse. Desde el público también han arrojado al campo aviones de papel que han dificultado en algunos momentos el juego de los futbolistas.

Sobre el minuto 40 ha llegado el penalti a favor de la selección vasca que ha supuesto el segundo gol. En este caso de manos de Gorka Guruzeta, delantero del Athletic Club, con el que se ha dado por finalizada la primera parte con un marcador 2-0.

En el descanso, han realizado un homenaje a los jugadores de pelota que forman parte de la Euskal Selekzioa desde su reconocimiento oficial , el pasado mes de diciembre, como miembro de pleno derecho de la Federación Internacional. Dicha admisión supone que Euskadi será desde ahora, y a todos los efectos, una selección más, al menos hasta que se resuelva el recurso presentado por la Federación Española de Pelota ante el TAS (Suiza).

Cerca del minuto 77 ha llegado el tercer gol de la selección vasca, marcado por Urko Iruretagoiena, Izeta, delantero del Athletic Club. Minutos antes las más de 51.000 personas sentadas en las gradas han encendido las linternas de sus móviles y miles de lices han brillado en el estadio San Mamés al grito de “Palestina askatu”.

“Por favor, cuando se termine el partido quedaos en vuestros asientos para homenajear al equipo palestino y apoyar la oficialidad del vasco”, ha sonado por los altavoces de San Mamés en euskera y árabe. Tras el pitido que ha dado por finalizado el partido, el marcador no era tan importante como la pancarta que los jugadores de Palestina han mostrado con orgullo, en la que se leía “Thank you Basque Country”, mientras se abrazaban unos a otros y los asistentes coreaban “Palestina askatu” y cantaban los versos “hegoak ebaki banizkio nerea izango zen, ez zuen alde egingo. Bainan, honela ez zen gehiago txoria izango eta ni txoria nuen maite”, de la canción Txoria Txori, un himno a la libertad.

“Hoy el resultado no era lo importante. Una imagen internacional muy bonita”, ha apuntado tras finalizar el encuentro el jugador de la selección vasca y del Athletic Club, Iñigo Ruiz de Galarreta, quien ha destacado que “lo importante era mandar fuerza al pueblo palestino”. Por su parte, el jugador de Palestina Hamed, con la camiseta cambiada porque se la ha regalado a Iñigo Lekue, ha reconocido haber cumplido un sueño. “No me podía imaginar esto. He cumplido un sueño, ha sido un día histórico. Intentaremos enviar este mensaje al mundo y que se acabe el genocidio”, ha señalado. Mensaje que enviarán el próximo martes también a Cataluña donde la selección catalana se enfrentará a la palestina en el Estadi Olímpic.