No ser poeta y hacer poesía no es un prodigio, son ganas de recrear ilusiones, alentar esperanzas y que un enjambre de moscas se convierta en racimo de mariposas. Es estirarse para tocar el cielo, poner colores en lo desteñido y hacer un mar de una gota de agua. Bueno es convertir el desvelo en sueño, se recobre lo que se dio por perdido y lo malo dure menos que un suspiro. Poesía es lo que el corazón quiere y merece hacerse.

Es fácil acertar cuando se luce una flor en el ojal, te vistes del color de la ilusión o compartes los buenos momentos con quienes quieres. Nunca faltan motivos para el contento y el entendimiento, dar la bienvenida a lo nuevo y se haga la luz donde hay oscuridad, vivir de entusiasmarse con la honestidad y la lealtad, aplaudir la gratitud y lo sencillo, alzarse contr

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