El Gobierno ha vuelto a intervenir en la situación financiera de Air Europa y ha facilitado una operación clave para la familia Hidalgo , propietaria de la aerolínea. La entrada de Turkish Airlines en el capital de la compañía, un movimiento cerrado en tiempo récord y valorado en 300 millones de euros, ha permitido devolver los 475 millones prestados por la SEPI durante la pandemia. La maniobra ha reabierto el debate sobre el uso del llamado escudo antiopas y sobre la coherencia del Ejecutivo en materia de inversiones extranjeras, según publica The Objective .
Un rescate que se remonta a la pandemia
La historia arranca en mayo de 2020 , cuando Air Europa recibió un préstamo sindicado de 141 millones avalado por el ICO, en pleno colapso del sector aéreo por las restricciones sanitarias. En noviembre del mismo año , la aerolínea se convirtió en la primera en beneficiarse del Fondo de Ayuda a la Solvencia de las Empresas Estratégicas, recibiendo un rescate estatal de 475 millones de euros , el más elevado otorgado por el mecanismo.
Años después, se ha sabido que la situación financiera de la compañía ya era delicada incluso antes del estallido de la covid-19. En 2019 aprobó un dividendo de 28 millones —40 millones en total para el grupo—, pese a que sus cuentas mostraban signos de debilitamiento.
La sombra de la trama Koldo y las gestiones con Transportes
En marzo de 2024 , una investigación policial añadió un nuevo capítulo: Víctor de Aldama , uno de los principales implicados en la trama Koldo, declaró ante la ONIF que había mediado en las gestiones con el Ministerio de Transportes para sacar adelante el rescate. Según la documentación, Javier Hidalgo habría pagado a Aldama 160.000 euros, mientras este mantenía vínculos con el entonces ministro José Luis Ábalos y recibía información anticipada sobre los avances del rescate.
Además, este diario reveló reuniones previas entre Begoña Gómez , esposa del presidente del Gobierno, y Javier Hidalgo, algunas de ellas previas a la activación del fondo público.
El fracaso de la fusión con Iberia
La operación de rescate se justificó, en gran medida, por el interés en facilitar la fusión con IAG (Iberia) y crear un gran hub en Barajas. Sin embargo, tras múltiples revisiones y rebajas en el precio, Bruselas impuso condiciones que hicieron inviable el acuerdo. El 1 de agosto de 2024, IAG renunció por segunda vez a materializar la compra.
Esta decisión dejó a Air Europa en una situación frágil, con el riesgo real de que el Estado tuviera que asumir una parte de su capital ante la imposibilidad de repagar el rescate.
Turkish Airlines, el nuevo salvavidas
Tras la retirada de las aerolíneas europeas interesadas, incluida Air France y posteriormente Lufthansa, surgió un nuevo actor: Turkish Airlines , compañía participada en un 50 % por el Estado turco. La operación se anunció en agosto y quedó cerrada el 6 de noviembre de 2025 , tras una due diligence acelerada.
Turkish tomará el 26 % del capital a través de un préstamo canjeable valorado en 300 millones de euros, convirtiéndose en el segundo accionista de Air Europa, por detrás de los Hidalgo (54 %) y por encima de Iberia (20 %).
Ese mismo día se formalizó la devolución a la SEPI de los 475 millones del rescate.
Aceleración administrativa y «alfombra roja» a la inversión turca
Fuentes del sector señalan que el Gobierno ha garantizado que el proceso administrativo —que normalmente se prolongaría cerca de un año— se completará de forma exprés . La autorización de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex) se tramitará «lo más rápido posible», adelantándose a la habitual solicitud de documentación adicional que dilata los plazos.
El objetivo es que el visto bueno definitivo llegue en el primer trimestre de 2026 , permitiendo ejecutar la ampliación de capital y el canje del préstamo cuanto antes.
Un contraste con otros vetos del Ejecutivo
La operación ha generado críticas, ya que el Gobierno ha bloqueado otras inversiones extranjeras alegando motivos de soberanía estratégica y afinidad democrática. Ha ocurrido con los franceses de Vivendi en Prisa o con las entradas de Magyar Vagon y Pesa en Talgo , e incluso motivó la compra del 10 % de Telefónica para frenar a la saudí STC.
Sin embargo, en esta ocasión no se prevén objeciones, pese a que Turkish Airlines responde a los intereses del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, un país con serias críticas internacionales en materia de libertades.
La última oportunidad para los Hidalgo
La entrada de Turkish Airlines ha sido, según fuentes consultadas, el último salvavidas para evitar la entrada del Estado en el capital y garantizar la continuidad de la aerolínea bajo control de la familia Hidalgo. El proceso confirma, una vez más, la estrecha relación entre Air Europa y el Gobierno, y el papel determinante de Moncloa para facilitar operaciones estratégicas en su beneficio.

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